Mattos asegura que las infraestructuras españolas pueden “competir perfectamente a la altura de países tan punteros como Francia, Estados Unidos o Gran Bretaña”.

“Me encanta todo de España, de hecho, estoy feliz y emocionado de poder estar aquí” repetía una y otra vez el empresario y filántropo colombiano Carlos Mattos en una reciente entrevista informal a un pequeño medio nacional.

Sacando más ‘pinceladas’ de esa entrevista, Mattos aseguraba que su amor por España es muy profundo. “A mi, de España, me gusta todo” afirmaba. Al tiempo que proseguía: “Siempre he admirado a España”. Quizás, una de las razones (que no la única) puede residir en la infraestructura española. “España tiene todo, principalmente una red viaria o aérea que en nada tiene que envidiar de países punteros como Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña” matizaba el empresario.

Pero su admiración por el país ibérico no quedaba ahí. “La Ley en España es muy fuerte, la gente es muy respetuosa con la Ley” y continuaba su afirmación comparándola con su Colombia natal, “existe una diferencia aún muy grande entre la Ley española y la colombiana. En la española se castiga a quien se debe castigar, y se beneficia a quien se debe beneficiar” esgrimía Mattos.

El filántropo colombiano nunca ha escondido su pasión hacia España y los españoles desde que era chico (de hecho ha llegado a admitir, en tono jocoso, que adora a los españoles y a las españolas dado que son “muy simpáticos y guapos”). “Yo tengo ascendencia europea y puedo optar al pasaporte francés o italiano, pero me decanté por el español y no me arrepiento” argumentaba Mattos. 

Para finalizar, a esa pregunta de “qué es lo que más valoraba de España”, el empresario lo tuvo claro: “Tenemos muchas cosas en común (refiriéndose a la afinidad entre el español y el colombiano), entre otras que es evidente que somos latinos y hablamos el mismo idioma” comentaba, al tiempo que decía que el “carácter” era muy parecido en ambos casos. Sin embargo, sí que hacía especial hincapié en la diferencia, aún palpable, en ámbitos tan fundamentales en el desarrollo de cualquier país como la “cultura” o la “educación”. “Los principios aquí son muy arraigados” aseveraba Mattos. 

Queda claro que la vinculación y la admiración de Carlos Mattos con España es grande. Él mismo terminaba por afirmar que “no había nada de España que no le gustara o con lo que estuviera en contra”.